1942
En un contexto económico de posguerra y en plena guerra mundial, un matrimonio zamorano, como tantos otros, Salvador Fariña y su esposa Tomasa López abandonan su pueblo natal, Porto de Sanabria para establecerse en otro pueblo de Zamora, Casaseca de las Chanas y buscar un futuro mejor.
A 30 km de Toro, en plena Tierra del Vino, empiezan una nueva vida y allí arrancan un nuevo proyecto: elaborar vino en una rudimentaria bodega excavada en piedra calcárea. Es el nacimiento de Bodegas Porto, nombre elegido en honor a su pueblo de origen.