BODEGA Y VIÑEDO

NUESTRO VIÑEDO

Conscientes de que el origen de todo está en la viña y de que ese origen marca la diferencia, en Fariña, a lo largo de todo el año, el cuidado de las viñas se convierte en un objetivo primordial, un trabajo diario de especial trascendencia.

En la actualidad cultivamos más de 300 hectáreas de viñedo propio -algunos de ellos centenarios-, en los que realizamos una viticultura del s.XXI.

Las plantaciones realizadas en espaldera por la bodega siguen el sistema de doble guyot, con lo que se consigue el control del número de racimos por cepa y aumentar la superficie foliar expuesta al sol, mejorando así la eficacia del proceso de fotosíntesis. El sistema implantado permite también un crecimiento limitado de las uvas, lo que favorece la concentración de sus componentes y en definitiva de su calidad.

TORO Y TIERRA DEL VINO

Nuestro viñedo se encuentra ubicado en distintos pueblos de la comarca de Toro y Tierra del Vino, con suelos, exposiciones y climas diferentes. Ello permite una mejor orientación de las producciones hacia la elaboración de distintos tipos de vino.

Las principales variedades que cultivamos en nuestros viñedos de la D.O. Toro son la Tinta de Toro y la blanca Malvasía. La Tinta de Toro la utilizamos para nuestros vinos tintos y rosados, y la Malvasía para elaborar un blanco afrutado que ha adquirido un merecido protagonismo en una tierra conocida tradicionalmente por sus tintos.

Además de eso, compramos uva a viticultores de la zona, con los que llevamos trabajando desde los años 80 y que son convenientemente asesorados por el equipo técnico de la bodega, para que cumplan las directrices marcadas, en todas las fases del ciclo vegetativo hasta la entrada de la uva en la bodega. Ese viñedo está constituido por viñas viejas en pie franco de la variedad local, la Tinta de Toro, que son el auténtico patrimonio de Toro, y con las que elaboramos algunos de nuestros vinos más especiales.

INNOVACIÓN EN EL VIÑEDO

Durante años hemos realizado un exhaustivo estudio de suelo, en nuestras distintas parcelas –cuya altitud, composición y exposición son diferentes- para encontrar los más idóneos para variedades autóctonas y experimentales. Nuestro objetivo: llegar al mercado con vinos diferenciados por el suelo en el que se cultivan las viñas.

En cada parcela, tenemos perfectamente identificados diferentes sectores en función del tipo de suelo, y en cada uno de ellos, sensores de humedad nos permiten controlar el estrés hídrico de las plantas.

Trabajamos también con sensores predictivos de enfermedades que miden las condiciones meteorológicas del lugar y unen esos datos con las predicciones de la zona, datos que nos permiten medir las posibilidades de que las viñas desarrollen enfermedades fúngicas.

También realizamos analíticas de hojas para conocer las necesidades nutritivas de las plantas en función del suelo y la parcela donde están ubicadas. Todos esos parámetros, unidos al potencial productivo, permite que nuestro equipo técnico pueda enfocar cada sector de cada parcela a un tipo de vino concreto.

Por otra parte, junto a la Universidad de Salamanca y tras varios años de investigación en viticultura, la bodega ha obtenido levaduras autóctonas para preservar las características propias de la Tinta de Toro.

Actualmente, contamos con buenas experiencias usando sistemas intermedios entre el cultivo en vaso tradicional y la espaldera, como el Sprawl, que permiten elevar la vegetación, evitando ciertos problemas sanitarios, y mantener sombreados y aireados los racimos como ocurre en el tradicional cultivo en vaso.

Además, hemos comprobado que sistemas intermedios como éste, nos ayudan a reducir los problemas de sobremaduración en añadas cálidas, así como permitir la reducción de contenido alcohólico de nuestros vinos y mejorar sus niveles de acidez y pH. Todos estos factores, como ya hemos constatado en series de más de 5 años, son mejoras que claramente nos ayudan a mitigar los efectos del cambio climático en el cultivo de la vid, permitiéndonos producir vinos más equilibrados y anticipando soluciones de adaptación del viñedo a situaciones más estresantes.

VIÑEDO ECOLÓGICO

Todo nuestro viñedo se cultiva bajo parámetros técnicos que siempre se basan en una producción integrada, respetuosa con el entorno.

Aprovechando las condiciones especialmente favorables, desde el año 2013, dos de nuestras parcelas más singulares, Las Marbanas y Magarín disponen de certificado ecológico.

Localización viñedos

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El Tomillar

Extensión. 16,62 ha.

Año plantación. 1978

Variedades de uva. Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Malvasía, Albillo, Moscatel de grano fino, Garnacha